miércoles, 29 de junio de 2011

RICARDO ARAYA MALDONADO Y EL PUMA CAMPEÓN...


ADIÓS A LAS “JETTAS” Y A LAS MENTIRAS DEL “CARE´PATO RIVAS”
Ricardo Araya Maldonado
El Hincha más Hincha del CDA

...Y ya lo ve...y ya lo ve, somos campeones otra vez...y ya lo ve, y ya lo ve, son los pumas otra vez....
Cuando ha transcurrido más de un día, aún perdura mi intensa felicidad de asistir a la conquista de la segunda gran estrella...qué importa si no subimos de inmediato al fútbol grande y tendremos que esperar hasta fin de año...aquí lo más relevante es que mi CDA amado ganó un título de verdad y en forma brillante, rompiendo ese terrible maleficio que nos perseguía después de conquistar el imperecedero “Quillotazo”, al fracasar en las intancias decisivas, en el permanente afán de alcanzar otra estrella.. 
Justo en el instante en que alzamos la copa, ante ese impresionante y fervoroso marco de público, dijimos adiós a las "jettas"... adiós a las "bestias negras"… adiós a que "en la puerta del horno se nos quemara el pan"... porque ahora el equipo que representa a la “Perla del Norte”, comenzará a  escribir otra historia.
Sí. La historia de un club ganador, aún cuando sabemos que siempre encontraremos los mismos escollos que ha generado por siglos el reprochable contubernio de los clubes capitalinos -eternos campeones de mentira-, con la bochornosa complicidad de los árbitros y ni hablar de la confabulación del periodismo deportivo centralista, dirigido por un montón de “dinosaurios” de la televisión, Radio y prensa y sus correspondientes "medios pollos" y "pituteros de ocasión", quienes tienen prohibición absoluta de discrepar con el "dinosaurio mayor"; caso contrario se van derechito para la casa y se pierden en un atroz anonimato, que para un santiaguino resulta insoportable y es como morir en vida.
El caso más reciente, fue el “comentario”, de un secuaz aparecido en el CDF, conocido como el “Care´pato Rivas”, que llegó a nuestro propio estadio para lanzar una sarta de mentiras y revelar su desconocimiento del reglamento del fútbol, en el partido de Antofagasta frente a Everton, ante los televidentes de todo Chile, poniéndose la camiseta de Everton y de Rangers, simultáneamente, ya que al parecer observó otro partido; muy diferente al que los 25 mil espectadores vivimos en el mítico Estadio Regional.
En el ambiente periodístico, le llamamos “rifleros” a los aparecidos en los medios de comunicación masiva, sin ser profesionales y que carecen de vocación. Esos que “no tienen dedos para el piano”.
Por eso, este “Care´pato”, es un vulgar “riflero” oportunista y que declaro “personaje no grato”, después de haberme solazado reviviendo las emociones del sacrificado triunfo antofagastino, con las dos repeticiones de la inolvidable gesta de los pumas, que volvió a emitir el Canal del Fútbol, a todo Chile.



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¡¡¡Y YA LO VE…Y YA LO VE…SOMOS CAMPEONES OTRA VEZ!!!
Ricardo Araya Maldonado
Periodista

13,57 HORAS…13,57 HORAS…13,57 HORAS…DOMINGO 26 DE JUNIO DEL 2011

¡¡¡ANTOFAGASTA CAMPEÓN!!!...¡¡¡ANTOFAGASTA CAMPEÓN!!!... ¡¡¡ANTOFAGASTA CAMPEÓN!!!...

…¡¡¡Y YA LO VE…Y YA LO VE, SOMOS CAMPEONES OTRA VEZ!!!... …¡¡¡Y YA LO VE…Y YA LO VE, SOMOS CAMPEONES OTRA VEZ!!!... …¡¡¡Y YA LO VE…Y YA LO VE, SOMOS CAMPEONES OTRA VEZ!!!...

…¡¡¡Y YA LO VE…Y YA LO VE!!!…¡¡¡DÉJENME CELEBRAR OTRA VEZ!!!...
¡¡¡LA SEGUNDA GRAN ESTRELLA!!!







EL “JEFECITO” DEL ÁRBITRO ARANDA, NACIÓ EN TALCA
Ricardo Araya Maldonado
Periodista

Los árbitros no son funcionarios independientes. Por lo mismo, no se mandan solos; tienen un jefe y éste por supuesto es el encargado de marcar el presente y el futuro de su carrera referil, más allá de sus cometidos dentro de la cancha.
El jefecito del nefasto juez Claudio Aranda y su vergonzoso arbitraje del partido de Antofagasta frente a Everton, es nada menos que el cuestionado ex referee Pablo Pozo, nacido en la región del Maule; específicamente en la provincia de Talca. Sí, exacto, donde pertenece el equipo de Rangers, que disputaba mano a mano con los pumas, la conquista del torneo de apertura.
Más claro…echarle agua, porque estos señores de negro, al igual que cualquier aficionado al fútbol, llevan en sus corazones a sus clubes favoritos y, obviamente, ansían lo mejor para las instituciones de sus amores.
Con sus yerros garrafales y antojadizos cobros, hizo lo imposible para que Antofagasta no se llevara el triunfo y la merecida segunda gran estrella.
Este Aranda, que dirigió en primera división y lo descendieron por sus deplorables arbitrajes, “se comió enterito” tres penales, más grandes que el Estadio Regional. Debió expulsar a dos jugadores de Everton, por unos “patadones” sin misericordia, pero tan sólo les mostró tarjetas amarillas. En las infracciones por la disputa de balones divididos y saques laterales siempre cobraba a favor de la visita. Los cobros a favor de Antofagasta, siempre fueron lejos del arco de Dalsasso. Permaneció inmutable ante la desesperante demora en reanudar las acciones de los jugadores ruleteros. Esta intencional pérdida de tiempo no la descontó en el primer tiempo, cuando el marcador no favorecía a Antofagasta. Sí lo hizo en la segunda fracción –agregando cuatro minutos- cuando el 1-0 dejaba fuera del título a Rangers.
Dejó sin sancionar un feroz combo en pleno rostro, propinado al jugador Huerta, por parte de un defensa viñamarino, estando de frente y muy cerca de la agresión tipo matón de barrio.
Yo estuve en el Estadio Regional, en una ubicación privilegiada y posteriormente ví dos veces la repetición del partido, a través del Canal del Fútbol, al término de los cuales sigo preguntándome ¿y de dónde saliste “comentarista de fútbol”, oye Care´pato Rivas, para calificar de excelente el arbitraje de Aranda? Seguro que tienes algún “padrino”, porque ni siquiera te sabes el reglamento del fútbol y tu vocabulario es pobrísimo.
De los “jueces de línea” ayudantes de Aranda, ni hablar, ya que fueron meros y ociosos adornos…para qué tanta comunicación entre ellos, a través de audífonos y micrófonos, si no tuvieron ningún compromiso con establecer justicia dentro de la cancha (y ni que se les ocurra contradecir un cobro del juez, ya que allí mismo se cortan sus carreras, cayendo “en desgracia”; por eso optan mejor por “ponerse a la lata” del juez principal.
Pensar que me había alegrado muchísimo cuando supe que el partido sería transmitido por el Canal del Fútbol, ya que imaginé que el ojo acusador de las múltiples cámaras, refrenaría los saqueos que siempre perjudicaron a nuestro club antofagastino, a través de toda su historia (imagínense como serían los “robos”, cuando no se televisaban los partidos, durante largos años).
Aquella ignorada evidencia delatora, -en complicidad con los desacertados e interesados comentarios de los “alaracos del micrófono” del CDF- revela que los caraduras están plenamente vigentes y no se amedrentan ante nada con tal de conseguir sus deleznables propósitos.
Por eso, esta dicha inmensa –adobada con un sufrimiento intenso- no tiene límites y permanecerá indeleble por siempre, en el recuerdo de los antofagastinos de verdad.

sábado, 25 de junio de 2011

¡Mi “Quillotazo”…el único gran título puma!


¡Mi “Quillotazo”…el único gran título puma!
Ricardo Araya Maldonado
Periodista

Suena el pitazo y comienza el partido...qué partido ni nada por el estilo, si esto es un monólogo, con el cuadro canario volcado sobre la valla defendida por el "Tarzán" Berly, dispuesto a resistir el empate, la orden imperiosa de don Pancho Hormazábal, para ser campeones del ascenso… de qué partido me hablan si esto se transforma en un sufrimiento atroz, en cada segundo que pasa…en cada balón que llega al área albiceleste.
A ratos, la defensa antofagastina es zarandeada y hace agua por todos lados; en otro rato, la acompaña la diosa fortuna; al rato siguiente, el despilfarro increíble del uruguayo Grafigna, que no puede hecharla adentro….luego los tapadones del “pelaito” Berly.
Otro rato después y como siempre, el peruano Bravo, multiplicándose, ganando una y mil veces en el juego aéreo, pero dejando al desnudo sus limitaciones con balones jugados a ras de piso. Entonces, en las coberturas aparece el voluntarioso tocopillano Toño Espinoza, despejando con urgencia, lesionando aún más su maltrecho muslo derecho...
De qué partido puedo hablarles, si de tanta emoción, transpiro más que Juan Carlos Meneses, correteando a medio mundo en las inmediaciones del área, olvidándose por completo que alguna vez fue puntero derecho... y cerca de mí, mirándolo casi pegado a la reja, el "Monico" Jáuregui, defendiedo como gato de espalda, reventando sin asco el balón, lanzándolo muy lejos, para que no vuelva más...


Qué partido voy a comentar, si no me sale la voz de tanto gritar con mi tono de niño; soy un atado de nervios cuando el desgarbado "Chuleta" Vega, tan pulcro con el balón, ahora lo pierde una y otra vez y Juan Pelayo Ayala, tiene que bajar a cooperarle, diluyéndose en funciones ajenas a sus cualidades ofensivas.
    Qué partido voy a gritar, si lo único que hago es comerme las uñas de pura angustia, porque el "Maestro" Saavedra, no encuentra su mejor juego, aunque sabía que este encuentro de balones divididos, refriegas y pelotazos, no era para los talentosos...e igual me desespero cuando el "Curco" Páez, pegado a la raya, no puede con sus mañas surtidas y sucumbe por enésima vez, en la intentona de fabricarse un tiro libre, que sirva para recobrar el aliento...
Qué partido estoy presenciando, si no está mi ídolo, el paraguayo Lucio González, que sabe de estos ajetreos, cuando hay que poner el caracho feo y la pierna fuerte, haciéndose respetar; en su reemplazo está el "Tanque" Barreto, que no sabe tanto como su compatriota guaraní...
Y así transcurrió el primer tiempo y los pumitas están con un pie en la Primera División...y así va transcurriendo el segundo tiempo y cunde la desesperación quillotana... y así crece el apoyo de la hinchada albiceleste... y así falta un cuarto de hora para el final... y así, el minutero de mi reloj "Oris", parece que no avanza.... y así, estoy sufriendo más de la cuenta... y así, llega el minuto 33, en uno de los tantos rechazos desesperados, recibe el balón el "Maestro", levanta la vista y hace un cambio de juego, colocando un pase de 25 metros para Juan Pelayo Ayala... y así, por la orilla izquierda, el paraguayo elude en velocidad a su cancerbero, entra ligeramente en diagonal y despacha un zapatazo fulminante... el arquero Anabalón vuela infructuosamente y el disparo rasante y colocado, se cuela casi rozando el poste izquierdo....
Así, lloré de puro contento, como nunca antes había llorado, sabiendo que un niño llora a cada rato ...así valió el sacrificio de viajar 1400 kilómetros sentado, incómodamente, en una banquita de madera.... así, menos que nunca, me importó desatar las iras de mi primera polola, que no estaba "ni ahí" con el fútbol...así, justifiqué haber viajado sólo con lo puesto...así, justifiqué mi sonrojo de andar "pechando" el almuerzo, porque no tenía ninguna moneda en mis bolsillos...así, esperaría los últimos doce minutos de juego, los más largos y agónicos de mi incipiente vida...
     Así ingresó el coquimbano Jorge Helo, para ayudar a corretear rivales... así, Pelayo Ayala, definitivamente, es un defensa más... así, Toñito Espinoza, no puede más con su pierna derecha...así, Carlitos Bravo, se agranda aún más en los cabezazos... así, por fin, a Juanito Páez, le resulta una infracción y, en eso de tirarse a la piscina y la ceremonia del tiro libre, se pierden dos minutos... así, lo único que deseo es dar la vuelta olímpica; yo se lo prometí a quien quería escucharme en las calles de la población Corvallis... así, el señor árbitro acapara todas las miradas...así, el árbitro levanta los brazos... así, con el griterío infernal, nadie escuchó el pitazo final...así, estoy en el séptimo cielo, cuando me salto la reja y descontrolado invado la cancha, junto a miles de antofagastinos…
Así, creo que estoy soñando cuando voy dando la vuelta olímpica...así, veo llorar al peruano Bravo... así, veo con el torso desnudo, a Juan Pelayo Ayala, llevado en andas...así, observo al Toño Espinoza, abrazado con Onofre Barreto, riendo como locos y diciéndose no sé qué cosas... así, corro desesperado al arco y remezco una y otra vez, la red triunfadora...así, la muchedumbre me aprisiona...así, la hinchada albiceleste lo cubre todo...


Tu corazón nena, tu corazón,
cambia de colores según la ocasión,

mi corazón nena, mi corazón,
Tiene los colores
de un PUMA CAMPEÖN...!!!!!


Así, no puedo más con mi emoción... y me siento orgulloso de ser antofagastino, como siempre, desde siempre...así, agradezco eternamente, la dicha indeleble que viví en Quillota, en aquel verano de 1969 siendo casi un adolescente... así, de tanto celebrar, demoré una semana en regresar a mi ciudad natal... así, han transcurrido más de 42 años, desde aquel irrepetible "Quillotazo"...
...Así, al evocar esta única dicha grandota que recibió mi ciudad natal, vuelvo a ser el chiquilín aquel, soñador e iluso, que nací amando mi camiseta albiceleste...¡Gracias papá…gracias mamá…gracias tíos! que desde pequeño me enseñaron a amar y a defender lo propio, las raíces, el terruño…
…Así, quiero este domingo volver a celebrar…a gritar… ¡y ya lo ve, y ya lo ve, somos campeones otra vez!...a llorar sin inhibiciones…a sentirme hermano de todos…


jueves, 23 de junio de 2011

BRILLANTE TRIUNFO ANTOFAGASTINO FRENTE A LA ONCENA DE SAN LUIS…Y ¿QUÉ HARÁN LOS DIRIGENTES DEL CDA, FRENTE AL “HOMBRE DEL MALETIN”?

BRILLANTE TRIUNFO ANTOFAGASTINO FRENTE A LA ONCENA DE SAN LUIS…Y 
¿QUÉ HARÁN LOS DIRIGENTES DEL CDA, FRENTE AL “HOMBRE DEL MALETIN”?
Ricardo Araya Maldonado
Periodista





Bien. Inobjetable y brillante triunfo antofagastino frente a la oncena de San Luis. Así da gusto escribir, con el sabor grato de una faena impecable, cosechando los tres puntos y jugando de visita. Hace años luz, que no veía un equipo albiceleste tan convencido de lo que debía realizar dentro del campo de juego, teniendo en la mente siempre el arco rival e imprimiéndole velocidad y sorpresa a sus acciones tras los tres puntos.



Creo, sinceramente, que fueron muy necesarios mis zarandeos hacia los jugadores pumas y cuerpo técnico, para que entendieran que no debían creerse el cuento antes de tiempo, ni despreciar a ningún rival, aunque esté cayéndose de la tabla de posiciones. ¿Y por qué no jugaron así los anteriores partidos? ¿Acaso, llevan dentro de sí, una dosis de masoquismo, esperando mi crítica dura, implacable y sin miramientos?



Ese planteamiento ejecutado en el estadio quillotano, es el juego que me identifica y que siempre pregono; el que rinde jugosos dividendos, permitiendo después sacar cuentas alegres. Por fin se pusieron el overol y corrieron sin tregua durante los 90 minutos; estuvieron concentrados, bien aplicados; fueron guapos y “pusieron la suela” cuando la situación lo requería. Por lo mismo, el equipo no tuvo puntos bajos y los elogios van para todos por igual, incluyendo a Gustavo Huerta que -en la hora 24- entendió que no se puede obsequiar nada a nadie y menos en las puertas del título.



Richard Olivares le dio otra movilidad al equipo; es un jugador que cubre toda la cancha, muy experimentado y que –además- tiene gol. Eso si, su cambio fue inoportuno, ya que el equipo requería de un jugador de sus características cuando el vendaval quillotano se vino encima buscando la paridad. Debió haber salido Ronald González, muy feble en la disputa del balón.



Resultó muy positivo el inculcarle una mística ganadora al equipo, para luchar denodadamente en pos de ese festejo final, que la ciudad espera anhelante, incluyendo a los aparecidos. Esos que están “con Dios y con el Diablo” donde destacan en primeras aguas los muy tontitos que viven acá, eternos admiradores de equipos santiaguinos y los huasos llorones, que en la Perla del Norte, recién llegaron a conocer los billetes de 20 lucas.
Sin escatimar elogios, reitero el eficiente desempeño de los jugadores y cuerpo técnico y me siento dichoso de seguir constituyéndome en el principal hincha antofagastino, defendiendo –en mi irrenunciable estilo- a todo aquello con sabor a “antofagastinidad”.
Así como siempre he pregonado, -casi majaderamente- que me gustan los jugadores “vivos”. También prefiero a los dirigentes “vivos” (no me refiero a los que tienen las uñas largas). A ellos les corresponde ahora jugársela en las oficinas y pasillos del fútbol, incluyendo un seguimiento al “hombre del maletín”,  -ese deleznable personaje que siempre aparece al final de cualquier torneo-, permaneciendo al acecho y muy vigilante por si algún bandido, de esos eternamente enquistados dentro del fútbol chileno, pretende sacar suculentos fajos de billetes para ofrecer “incentivos” a los jugadores de Everton, que vienen “cuesta abajo en la rodada”.
En tal caso, deberán realizar lo mismo, con los jugadores de Magallanes que enfrentarán a Rangers, y programar el partido después que hayan jugado los huasitos talquinos.
O hacerle “la vida más grata” a los árbitros.
De eso, mejor consúltenles a los iquiqueños, que saben más.


VIDEO ENTREVISTA A MARIO VENER

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Fotografías y Video, gentileza de José D.Jesús Muñoz Carreño