martes, 23 de agosto de 2011

JUGANDO A SER INSPECTOR MUNICIPAL

Ricardo Araya Maldonado
Periodista


Recientemente, la Municipalidad citó a los presidentes de las Juntas de Vecinos de Antofagasta para que cooperaran en una nueva campaña de aseo, por el bien de la ciudad; loable iniciativa que por si misma, atrajo masivamente a los dirigentes de las más poblaciones de la “Perla del Norte”.
En un gran derroche de imaginación del “comité creativo”, la alcaldesa Marcela Hernando procedió a entregarles unos talonarios que contienen "partes de cortesía" y una tarjeta de credencial, que habilita a dichos directivos comunales para que "cursen" infracciones también de cortesía a aquellos vecinos que sorprendan botando escombros y basuras en las diversas calles de sus poblaciones.
Sin embargo, después de las dos primeras notificaciones, al tercer parte se acabará toda la "cortesía" y dichos infractores serán denunciados a los juzgados de policia local, para que los respectivos jueces procedan a sancionarlos, según la ordenanza respectiva.



De inmediato, me surgieron las dudas y contrariedades... ¿Por qué, no realizan dicha función esa pléyade de inspectores municipales, que se dedican a sacar partes a los vehículos mal estacionados, sabiendo que cada día hay menos espacios públicos, precisamente porque la municipalidad restringe sistemáticamente las calles para tal efecto?. Así mejoraría la mala imagen y antipatía que generan estos funcionarios municipales ante la opinión pública, en el afán de generar más recursos económicos para el municipio.
Para ejercer eficientemente tal función, de seudo-funcionario municipal, tendrá que ser un dirigente vecinal ocioso, sin otras obligaciones cotidianas laborales ni hogareñas, dispuesto a andar "aplanando calles" y al acecho durante todo el día, en el afán de sorprender "in fraganti", a un vecino desconsiderado con el antiguo anhelo de mantener una ciudad limpia.
¿Quién va a "pescar", a esos voluntarios, si son sorprendidos tirando basura en lugares prohibidos?. Obviamente, nadie entregará sus datos personales.
Claro, los dos primeros "partes" de reconvención, serán pura risa, loables intenciones y promesas sin futuro. Y si llegase la tercera infracción, más que seguro que se producirá un diálogo áspero, con caras de pocos amigos y probablemente intervendrán otras personas, en un ambiente que se irá enrareciendo por la controversia, que traspasará la frontera del mero tema del aseo, propiamente tal, llegando a las “cosas de vecinos”, que en muchos casos representan situaciones conflictivas y de antigua data.
¿Y si el "inspector" y el "infractor", son amigos?...O no pasará nada, porque según el sentido común los amigos no están para andarse perjudicando...o bien, se acabará la amistad de años, ya que la discusión adquirió ribetes inadecuados.
¿Tan sólo una credencial y un talonario bastan para convertirse en "inspector municipal"?.
No. definitivamente no me gustó la iniciativa, porque a futuro al ingenioso "comité creativo", se le podría ocurrir utilizar a los mismos vecinos para otras labores, que son propias de los funcionarios municipales.
En otras palabras, mejor "pastelero a tus pasteles"...

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