lunes, 20 de febrero de 2012

DANDO LÁSTIMA A TRAVÉS DE LA TELEVISIÓN

Ricardo Araya Maldonado
Periodista
 

Todos vieron el partido, a través de la televisión. Por tanto, nadie podrá tildarme de exagerado para catalogar de pobrísimo -y también dando lástima durante todo el segundo tiempo- el cometido de los jugadores antofagastinos frente a la Católica, que consiguió un mezquino triunfo de 1-0, considerando los ocho o nueve goles despilfarrados y que erigieron al portero López, como lo único rescatable en una tarde horrible.
Es doloroso y triste decirlo, pero el cuadro universitario se dio un paseo de principio a fin, jugando a media máquina. Con este equipo puma no pasará absolutamente nada y -reitero- hay que ponerse a rezar todos los domingos para que esta temporada no se transforme en debut y despedida en el retorno al fútbol grande.
El año pasado, inmediatamente después de la vuelta olímpica, entregué una lista de los jugadores aptos para desenvolverse en primera división. Sin embargo, una vez más primó el sentimentalismo barato y típico de los entrenadores chilenos, basándose en simpatías, grados de amistad y gustos personales para continuar con algunos jugadores que carecen de marca, requisito esencial para estar en primera. Por ejemplo el caso de Riquelme, que en todos los años que ha sido contratado en el CDA, nunca fue titular y ahora, como por arte de magia lo es.
En tanto que a Osmán Huerta y Ronald González, les falta viveza, experiencia y -muy importante- contundencia física, porque a falta de esos atributos, hay que llevarse al rival con otros recursos.
Trajeron al “zorrito” Martel, que es un jugador “chambón” por naturaleza y que  tampoco puede pedírsele derroche al por mayor. Del mismo modo, el “peta” castillo, es un jugador muy irregular y del cual no puede esperarse que, por si mismo, de vuelta un resultado.
En otra gruesa equivocación, llegó Villanueva, que más lo he visto sacándose fotos, ya que los “alharacos del micrófono” locales, le dijeron que era el doble David Beckham; claro que le faltan 23.658 kilómetros de fútbol para igualarlo.
Se fue Erick Pino, que pichanguero y todo imponía buen fútbol y tenía gol, quedando Patricio Rubina sin su socio o alternativa en el mediocampo.
Llegaron los uruguayos Lavadeira y Riveros de poquito aporte; mejor dicho de juego intrascendente.
Bonito e infructuoso paseo que se mandó el técnico Huerta al extranjero, buscando refuerzos. Yo hubiera ahorrado esa plata, pegándole un telefonazo –o por Internet- al ex jugador argentino del CDA Jorge Remigio Pautasso, quien hubiese elegido y mandado “bueno, bonito y barato”, entre el millón de jugadores que esperan su oportunidad  de consagrarse en su club Newell Old Boys.
Además, contrataron a “Pablito” Ruiz, cuyo fuerte es su estatura y vigor físico en el área. Además, posee un buen arsenal de mañas, como a mi me gustan los jugadores de fútbol. Sin embargo, sus compañeros“no le dan bola” e insisten en el fútbol cortito, sin sentido y lento. Ni siquiera tiraban centros “a la olla”, en los minutos finales, en que da lo mismo perder por un gol o por veinte.
El cuadro antofagastino posee una mecánica de juego tan arraigada, como nefasta, que solamente se solucionaría con la llegada de jugadores y entrenador con diferente mentalidad y dinámica de juego, porque lo único –sí, lo único- que puede salvar a este equipo es a través de una arenga fabulosa, para motivarlos y hacerles creer que el naufragio puede salvarse corriendo y metiendo la pierna fuerte, durante los 90 minutos e inculcándoles mucho amor por la camiseta, que brillan por su ausencia en estos cuatro partidos jugados.
Dos derrotas. Un empate y un triunfo. Cuatro puntos conseguidos de un total de 12, que representan un 25 por ciento de rendimiento.
Más claro…echarle agua.

 

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